Todo estaba preparado para que este jueves el Parlament le diera un nuevo aval rotundo al casino de Hard Rock pero, por sorpresa, al final solo se lo ha dado parcialmente. Por un lado, la cámara sí ha tumbado una iniciativa de la CUP que pedía «frenar» el complejo de ocio por considerarlo incompatible con la actual situación de escasez de agua. Sin embargo, por el otro lado, la cámara ha hecho prosperar una iniciativa de los Comuns que pide frenar los proyectos con un alto consumo de agua, es decir, como el que plantea este casino.
¿Cómo se entiende esta contradicción? La explicación se encuentra en que, en la votación de la segunda propuesta, dos diputados del PSC, Joaquim Paladella y Dolors Carreras, se han equivocado en el sentido de su voto. Tenían que votar en contra y, por error, lo han hecho a favor. Esto ha acabado por provocar que la iniciativa saliera adelante por un solo voto de diferencia: 51 votos a 50. También la abstención de Junts y el voto a favor de la diputada no adscrita Cristina Casol han acabado por facilitar este resultado.
A la práctica, ninguna de las dos votaciones tiene un efecto directo porque el propio president de la Generalitat, Pere Aragonès, este miércoles había anunciado que el Hard Rock no se paralizará. Su argumento es que es un proyecto heredado de anteriores ejecutivos que, aunque no le genere «entusiasmo», no puede frenarlo sin más porque si lo hiciera tendría consecuencias legales por todos los compromisos que ya están firmados.
Sin embargo, las votaciones sí tienen dos consecuencias políticas a tener en cuenta. La primera es que, con el rechazo a la propuesta de la CUP, se vuelve a demostrar que hay una mayoría sostenida en el tiempo a favor del casino. Una mayoría formada por el PSC, Junts, Cs, el PP y Vox a la que este jueves se ha sumado ERC. Por lo tanto, si algún día Aragonès quisiera frenarlo, no tendría un aval parlamentario para hacerlo.
La segunda consecuencia, sin embargo, sí que juega a favor de los contrarios al proyecto. La propuesta de los comuns que se ha aprobado -con el error de los dos diputados socialistas- habilita al Govern a «frenar cualquier modificación de un planteamiento urbanístico que suponga movilizar más recursos hídricos por encima de los 100 litros por persona y día». Si Aragonès quisiera ralentizar el proyecto sin llegar a descartarlo, podría agarrarse a esta moción.
La clave de los presupuestos
Hard Rock siempre ha sido un tema que levanta pasiones, pero ahora está más de actualidad que nunca porque se ha convertido en el gran protagonista de la negociación de los presupuestos de la Generalitat. El Govern está entre la espada y la pared: el PSC le reclama que le dé un impulso definitivo, mientras que los comuns le exigen todo lo contrario.
La votación de este jueves en Parlament no ayuda a clarificar las cosas al Govern, ya que los socialistas pueden defender que hay una iniciativa parlamentaria que avala el proyecto, mientras que los comuns pueden sostener que hay otra en contra. Al finalizar el pleno, los socialistas han destacado que se han aprobado todas sus propuestas de resolución. elperiodico